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Todos y cada uno de los aprendices de seducción consideran que un seductor, cuando es bueno, tiene que ser capaz de seducir a cualquier mujer del planeta. Esto, así dicho, es una exageración. Y cualquiera podría decir que los seductores no dicen tal cosa. Bueno, no lo dicen “directamente”. Eso es verdad.

Pero TODO su sistema de marketing está orientado a vender la idea de que SI pueden hacerlo.

Aún no he visto ninguna aparición pública de ningún seductor importante en el que se admita que falla tantas veces como acierta. NUNCA. Nadie admite su falibilidad. Y todos los seductores son falibles. Todos fallan. Un buen seductor, no lo es por tener siempre éxito. Sino porque, en balance, los éxitos superan a los fracasos. Y porque cuando un fracaso ocurre, en vez de tomárselo como tal, se lo plantea como parte del aprendizaje y lo utiliza para mejorar.

Pues bien, esto, aunque parezca una chorrada sin importancia, puede marcar COMPLETAMENTE, la vida de un chico que quiera aprender a relacionarse con chicas. ¿Por qué? Porque se va a poner a sí mismo unas metas TOTALMENTE absurdas que son imposibles de conseguir. Y lo peor es que, como los gurús venden la idea de que todo el mundo puede conseguirlo, cuando alguien no lo consigue, en seguida se preocupa pensando que quizá tenga algún problema, o que es culpa suya, por no intentarlo suficiente, o por no practicar, etc.

Esto es increíblemente dañino y lo digo por propia experiencia, ya que yo fui el primero que se dejó deslumbrar por el mito del seductor infalible que todo lo puede y todo lo hace. Realmente creí en la idea de que gente como Mystery o Ross Jeffries eran capaces de seducir a cualquier chica atractiva en cualquier momento. O, por lo menos, de generar atracción y crear una interacción increíble en la que la chica estuviera deseando estar con ellos.

Tardé años en darme cuenta de que eso es totalmente falso y de que, en la práctica, es todo muchísimo más complejo porque el 50% de la interacción NO depende de ti. Por muy bien que hagas tu parte, la chica siempre va a tener un 50% de peso en esa interacción. Y aunque la chica estuviera receptiva, todos somos humanos, y siempre cometeremos errores. Siempre.

Así que, voy a resumir, mis conclusiones de este tema:

1- Nadie puede seducir a todas las chicas del planeta. Esto es imposible. El éxito no está en ligar con todas. Sino en saber identificar al tipo de chicas que son de nuestra tribu o de nuestro rollo y, en general, tener un juego bueno que haga que, estadísticamente, las gustemos

2- Incluso con las chicas de nuestra tribu, fallaremos. SOMOS HUMANOS. Somos falibles. Y no pasa NADA. No hay nada de malo en fallar.

3- Las estadísticas, al principio van a ser muy bajas. Lo importante no es compararse con los demás, sino siempre compararse CON UNO MISMO. Los demás, son los demás, y agobiarse no sirve para nada.

4- Cuanto más infalible parece una persona, más problemas de Juego Interno tiene. Alguien realmente poderoso es humilde y sincero. Acepta que ha fallado y entiende los fallos de los demás. Desconfiad de los profesores que ponen “distancia” con sus alumnos o que se posicionan en pedestales.

5- Las mujeres son personas, no objetos, ni estadísticas. Pensar en ellas como trozos de carne o como números es indigno, miserable y contraproducente. Cuanto más pensemos en calidad y en disfrutar, más felices seremos. Presumir de cantidades es síntoma de inseguridad y mal Juego Interno.

6- Centrarse en los resultados es la mejor manera de destrozar nuestra creatividad y nuestra mejoría. Pensar en resultados es producto de la necesidad y la mayoría de los gurús, la tienen. Como dijo aquel: el rico es el que tiene más de lo que necesita, y el pobre el que siempre necesita más de lo que tiene. Si un seductor tiene éxito, pero necesita el éxito para estar bien, entonces no es una persona a la que imitar. La felicidad no está en esa dirección.