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Hay algo que siempre repito y que considero de vital importancia. En una interacción hay que ESCUCHAR. Y no sólo hay que hacerlo de vez en cuando…hay que prestar atención a TODO lo que la otra persona nos cuenta.

Si esto es importante en la comunicación normal…a la hora de hacer romance con una mujer es IMPRESCINDIBLE. Es imposible cuidar a una persona si no la conocemos. Y es imposible conocerla si no la estamos escuchando.

Los gurús de la Santa Doctrina de la Seducción hablan una y otra vez de la “cualificación”, pero ningún gurú hace énfasis en escuchar REALMENTE lo que está diciendo la otra persona. O en ser paciente y escuchar antes de hablar. La seducción express no escucha. Pero eso es una auténtica chapuza. Si no escuchamos, estaremos siendo muy poco sólidos.

Escucharla nos da la oportunidad de hacer varias cosas:

  • Si de verdad la escuchamos, ella notará que está a “prueba” porque lo que dice nos interesa. No regalamos el interés porque sí, sino que nuestro interés está condicionado a si ella es interesante o no.
  • Al escuchar estamos demostrando que somos adaptables, que no seguimos un guión rígido y que fluimos por la interacción en función de lo que pase en cada momento y en función de lo que ella nos cuente. Esta capacidad de adaptación nos hace muy atractivos y nos posiciona como personas socialmente muy inteligentes.
  • Estamos, además, proyectando una falta total de necesidad, porque no necesitamos estar haciendo cosas todo el rato. La persona que escucha y es paciente transmite autocontrol y poder.
  • Al haberla escuchado, estamos en posición de hacer comentarios legítimos sobre ella. Y escalar de forma justificada, porque la conocemos bien.
  • Y por último, y más importante…sólo cuando la hemos escuchado de verdad, podemos cuidarla de verdad.

Al igual que un padre con una hija, nosotros debemos siempre escuchar a la chica que tenemos delante. Y en cuanto empecemos a tener algo más “especial” con ella, debemos tratarla como a nuestra niña y responsabilizarnos de que, el tiempo que esté con nosotros…va a estar cuidada y protegida, aunque sea simplemente hablando.

Ella, como mujer, nos dará a nosotros la opción de tener sexo con ella. Pero nosotros a ella, a cambio, tenemos que darle la opción de cuidarla y protegerla. Es imposible cuidar a una persona si no la hemos escuchado ATENTAMENTE antes. Al escucharla vamos viendo cuáles son sus necesidades, cuáles son sus inquietudes, cuáles son sus problemas, etc.

Además, es fundamental que escuchemos para poder cualificarla bien. Cualificar a una mujer es premiarla por estar a la altura de lo que esperamos de ella. Pero nunca podremos saber si está a nuestra altura, si no la estamos realmente escuchando. Y no sólo hay que prestar atención a lo que nos cuenta, es muy importante observar lo que hace y saber leer entre líneas. En resumen, para poder hacer romance, es básico PRESTAR ATENCIÓN y tener verdadero interés por la otra persona. Si no sentimos esto, estamos fallando en lo más básico.