El Pilar del Juego a la Contra
(demostrar una realidad poderosa)
– Dinero. Grey es súper millonario. Y se menciona su fortuna con frecuencia, pero siempre asociado a ostentar poder o estatus. No al hecho en sí de tener dinero, sino a lo que eso significa.
– Estatus. El estatus del protagonista es infinito. Esté donde esté sabe de todo, habla de todo, lo controla todo y se gana el respeto de todo el mundo. Y no siempre gracias al dinero. Es un líder nato y consigue posicionarse como alguien destacado y admirado en cualquier entorno en el que está. Gracias a: una buenísima educación; ser una persona inteligente y muy cultivada; y, por último, a tener mucho dinero. Pero no cometas el error de pensar que siempre es por el dinero, porque no es así. Hay muchas situaciones en las que lidera sin que el dinero tenga nada que ver con ello. Además, sus contactos son del máximo nivel. Conoce a los mejores de todos los campos. Y su “tribu” (es decir, sus amigos y familiares) son de altísima clase social. Eso sí, siempre es educado y cercano con todos. No desprecia por ser pobre o inferior a nadie.
– Poder. No sólo ostenta estatus, sino poder. De hecho, la ostenación de poder, en sí, es mucho más frecuente en el libro que la de dinero. Se enfatiza muchísimo más lo que es capaz de conseguir, que el hecho de que valga mucho o poco. Y, de hecho, la mayoría de las cosas con las que impresiona a la chica, no son de dinero en sí, sino un reflejo del control que él tiene sobre los demás. Es decir, que aunque indirectamente motivado por el dinero, lo que se especifica mucho en el libro, es lo muy sumisa que es la gente alrededor de él, más que el dinero en sí mismo.
– Físico. Se pone de relieve muy a menudo el físico de Grey, pero aquí merece la pena analizar muy en detalle este punto, porque para nada se hace de una forma obvia (bajo el punto de vista masculino). Primera rareza: nunca hace ni la más mínima mención a sus músculos. Y apenas comenta nada sobre su fuerza física. Ni siquiera sobre sus abdominales (tan sólo se comenta en una ocasión en el segundo libro). Segunda rareza: no se hace apenas referencia a su altura. Ni a su “guapura”. Pero, por el contrario, se enfatizan una y mil veces las siguientes cosas: olor, pelo, mirada y sonrisa. No sé si es una manía de la autora, pero estos cuatro elementos se mencionan incesantemente durante toda la trilogía. Esto es muy interesante porque ninguna de estas cosas se basan en cualidades genéticas (la única es el pelo y casi cualquier persona puede conseguir un estilo a la moda con su pelo, incluso si no tienes pelo, te puedes rapar de forma estilosa). Cosas como la guapura, la altura o la fuerza (que son las cualidades que los hombres más intentamos trabajar para gustar a una chica) apenas se mencionan. En cambio, las cosas que tienen que ver con la actitud (mirada y sonrisa penetrantes y confiadas) y el estatus (buen olor -perfumes y jabones caros- y pelo cuidado -síntoma de ser detallista y elegante) se mencionan una y mil veces. Así que ya sabes: preocúpate más de cómo hueles y menos de estar o no “cuadrado” de gimnasio.
– Artes marciales. A su fuerza física no se hace apenas mención. Pero sí que se menciona un par de veces que sabe artes marciales. Ahora bien, tampoco creas que es algo muy frecuente. Se comenta sólo en un par de ocasiones. Una vez más, la fuerza física no es algo a lo que se dé mucha importancia.
– Asertividad. Christian es una persona tremendamente asertiva, decidida, dominante y activa. Si quiere algo, va a por ello. Jamás sufre momentos de bloqueo, miedo o falta de decisión. Ante una situación tensa, toma totalmente “el toro por los cuernos”. Algo muy interesante a tener en cuenta, porque sus decisiones siempre son racionales, medidas y eficaces. No hace locuras movido por las emociones, ni por exceso de miedo, ni por ansiedad o nervios. Está todo calculado y hecho sin miedo.
– Arrogante en lo que no tiene que ver con ella. Con ella él se siente vulnerable… pero en todo lo demás, Grey tiene una altísima visión de sí mismo. Hasta el punto de la megalomanía. Y se considera a sí mismo, poco menos que un dios. Esta seguridad aplastante a ella le irrita pero le atrae increíblemente al mismo tiempo.
– Preselección. Una y otra vez se resalta lo mucho que otras mujeres (todas ellas muy atractivas) le desean. La protagonista se pasa todo el libro hablando de que las demás chicas desean a Grey y que él podría estar con la mujer que quisiese.
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Es verdad que en muchos libros para mujeres sí se destacan los “cuerpazos” casi imposibles de los hombres por los que se sienten atraídas. Pero en este caso ¿no puede dejarse el físico abierto a la interpretación de cada mujer? Digamos que cuando no te definen algo, tu mente tiende a “rellenar el hueco” con lo que le gustaría que fuese. No lo sé, pregunto.
No te niego que podría ser, Anónimo… buena observación!