El príncipe cabrón
Hoy vuelvo de las vacaciones con energías renovadas y voy a hablar de un tema que me preocupa bastante. Una y otra vez veo que la sociedad, con sus películas y libros (sobre todo) ha promovido un modelo de hombre que buscan casi todas las mujeres… y que es totalmente irreal, porque es contradictorio en sí mismo. Este modelo de hombre es “el príncipe cabrón”.
El “príncipe cabrón” es unun macho Alfa, que puede tener a la mujer que quiere… que usa a las mujeres como objetos, que va a por lo que quiere, sin importarle nada lo que piensen los demás… y que, de repente, se enamora de UNA chica, y de la noche a la mañana pasa a ser alguien encantador, detallista, romántico y, lo peor y más irreal de todo: FIEL.
Ejemplos de este tipo podemos verlo en películas como: A tres metros sobre el cielo; Los Fantasmas de mis Ex-Novias; Pretty Woman; etc.
Esto no es realista.
Un “cabrón” no es fiel.
Y un tío amable, cariñoso, detallista y fiel… no es ni será nunca un cabrón.
No hago más que ver cómo las mujeres sufren una y otra vez por enamoarse de “cabrones” que ellas esperan que después de tener sexo con ellas, se enamoren y se vuelvan auténticos príncipes de cuento de hadas. Las mujeres se sorprenden una y mil veces de que el cabrón no vuelva a llamar… y también lo hacen de que el chico adorable que es amigo suyo desde hace años no les despierte atracción. Vivimos en una sociedad con tendencias bastante insanas, porque perseguimos paradojas de este tipo. Y nos movemos siempre por extremos.
Creo que es importante entender esto, porque esta paradoja del príncipe-cabrón es la fantasía de la inmensa mayoría de las chicas y es lo que, implicitamente, esperan de nosotros. Se sienten atraídas por los cabrones, pero luego esperan que ese cabrón las cuide, sea fiel y ofrezca una relación estable.
Yo no quiero ser un cabrón, ni tampoco un príncipe. No creo que ninguna de las dos figuras sea sana (el cabrón hace daño de más y el príncipe es demasiado complaciente). Pero sí que entiendo que una mujer necesite ver en un hombre rasgos “alfa” y un poco dominantes al inicio, para sentir atracción… y luego percibir que ese hombre es capaz de cuidarla en una relación, para sentirse a gusto después.
En cualquier caso, creo que ponerle nombre a esta paradoja y entender esta profunda y un poco absurda fantasía femenina nos puede ayudar a entender muchas cosas de su comportamiento. Y también para darnos algo de paz cuando sentimos que ellas nos piden algo imposible. Porque, realmente creo que la idea que tienen en su cabeza no es realista. Muchísimas mujeres buscan una figura masculina que no existe.
Ahora bien, así como digo esto, también creo que la mejor forma de gestionar esta paradoja es entender que ella va a necesitar de nosotros los Tres Pilares, distribuidos de la siguiente forma:
– Juego a la Contra + Escalada = la parte “cabrón”, pero de una forma sana y no vejatoria.
– Protección + algo de Escalada = la parte de príncipe que le hace sentirse muy especial y cuidada.
Si conseguimos equilibrar los Tres Pilares de esta forma, creo que podemos acercarnos bastante a encajar en la fantasía del príncipe cabrón sin volveros locos en el intento. Y sin necesitar ser malas personas que se dediquen a utilizar a las chicas como si fueran trapos.
En los próximos artículos entraré en profundidad en cada uno de los Tres Pilares para ver cómo aplicar todo esto en la práctica.
grande alvaro!!! en realidad de años de estar en este nuevo mundo…. me cuestionado mucho el hecho del hombre monógamo… y al mismo tiempo el hecho de que no me agrada ser un cabron que usa alas mujeres y las deja votadas como trapos… me encanta no solo tener sexo con ellas sino todo lo que te pueden aportar como personas… entender sus fantasías sus demonios….
Super Claro. Un abrazo Álvaro
Gracias!!