Seleccionar página

principe-cabron 3Los Tres Pilares y el príncipe cabrón

Es interesante entender que la figura del príncipe cabrón (es decir, un hombre que puede estar con la mujer que quiere, el macho “alfa” del grupo, que luego, al mismo tiempo es fiel y cariñoso al enamorarse de UNA mujer) en el fondo no es más que una pequeña exageración hecha por la cultura… de un hombre que, de forma sana, podría hacer los Tres Pilares al estar con una mujer.

Como bien sabes, los Tres Pilares son las tres necesidades que una mujer necesita sentir cubiertas por un hombre. Estas necesidades son:

1- Sentirse protegida (pilar de la protección).

2- Sentirse deseada (pilar de la escalada).

3- Sentir que está al lado de un hombre con una realidad poderosa (pilar del Juego a la Contra).

El príncipe cabrón no es otra cosa que la suma de estos Tres Pilares.

Como dijimos en el primer artículo de esta serie, la parte que tiene que ver con ser un “cabrón” es atractiva porque está subcomunicando que nuestra realidad es muy poderosa al tiempo que hacemos que la mujer se sienta sexualmente muy deseada. Cuando el cabrón no vuelve a llamar a una chica, cuando es egoísta con lo que él quiere, cuando no tiene en cuenta las emociones de la chica… en el fondo, lo que está recibiendo la chica (aunque de forma muy insana) es que el chico tiene una realidad muy poderosa. La buena noticia es que podemos subcomunicar una realidad igual de poderosa sin necesidad de hacer daño a nadie, y esto es lo verdaderamente interesante. Simplemente haciendo el pilar de la Contra, de forma calibrada, conseguiríamos esto mismo sin problemas.

Por otro lado, parte del rol de cabrón es ser sexualmente muy directo, descarado, aprovechado, etc. Esto no deja de ser el pilar de la Escalada. Si nosotros sabemos cuándo hacerlo, adoptamos un punto sano de picardía, y de vez en cuando mantenemos una actitud juguetona y un poco descarada en momentos puntuales… la chica va a percibir lo mismo que percibiría de un cabrón, pero sin la necesidad de serlo.

Pero claro, el problema es que haciendo sólo la Contra y la Escalada la mujer se siente muy sola, poco especial y nada cuidada. De ahí que la cultura popular necesite poner en la figura del cabrón un contrapunto romántico… con la idea de que ese chico luego se enamorará y cambiará (la parte del príncipe). Pues bien, esto es el pilar de la Protección. Y tampoco hace falta hacerlo en el último momento para compensar los desatinos iniciales de un cabrón. Si tú estás naturalmente cómodo con lo que eres y ves que la mujer que tienes delante tiene atracción y entrega hacia ti… tu obligación es ser cariñoso y cuidar de ella desde el principio.

El resumen para mí es que la figura del príncipe cabrón tiene toda la lógica a nivel evolutivo pero no es sana como tal… porque es un cuento cultural muy fuera de la realidad. Muchos hombres cometen el error de que la solución para gustar a las mujeres es ser un cabrón y eso NO es real.

Ahora bien, si tenemos en cuenta los principios que hay detrás de esta figura, y los organizamos un poco mentalmente, nos damos cuenta de que no es otra cosa que los Tres Pilares… y entendiendo esto… estamos en posición de provocar en una mujer las mismas sensaciones positivas y de atracción que tendría con un príncipe-cabrón, pero sin necesidad de hacerlas daño ni ofrecer un trato vejatorio por el camino.

 

 

Si te interesa saber más sobre mi forma de pensarvisita mi página web