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Todos nacemos siendo personas excepcionales y magnéticas… todos tenemos en nuestro interior la capacidad de ser maravillosos, únicos y útiles para la gente que nos rodea… pero la educación que recibimos y la cultura en la que crecemos va anulando esa capacidad natural de relacionarnos con los demás de forma efectiva. Perdemos la espontaneidad, las ideas propias y las emociones sanas de felicidad, cariño y paz interior que tenemos de niños.

Se nos instalan muchos miedos inútiles y se nos potencia la necesidad de estímulos básicos… normalmente porque crecemos con mucha falta de cariño de las personas que son importantes para nosotros.

Pero no olvides que en tus genes, en tu mente y en tu interior está todo lo necesario para gustar a una mujer por lo que realmente tú eres, por tu personalidad única y poderosa y por tu forma de ver la vida. Tú tienes un natural dentro de ti, sólo tienes que atreverte a sacarlo. Sé que no es sencillo, ni rápido… pero te aseguro que merece la pena.

No se trata de instalar nada “nuevo”. No te falta nada. Al contrario, te SOBRA. Te sobran creencias limitantes y emociones negativas. Pero si eliminas todo eso, debajo de todo eso hay un fascinante hombre magnético capaz de gustar de forma natural, por lo que realmente TÚ, y nadie más que tú, eres.

No necesitas imitar a nadie. No necesitas ser otra persona. No se trata de “aprender”, sino de “desarprender”. De rescatar la parte natural, sana y lógica de relacionarnos con las chicas. De entender qué es lo que el hombre está pensado para ofrecer a la mujer y redescubrir todo eso en nuestros genes, para volver a darle la importancia que se merece.

Olvídate de los IDIs, el Valor, el Romance, los ADI’s o los D2. Naturaliza el proceso y empieza a pensar en cosas como cuidar a una mujer, hacerte respetar o mantener tu integridad como hombre. Piensa en tu papel en esta vida. En tu capacidad de hacer feliz a la gente que te rodea. En ser útil para los demás. En tener un camino en la vida y en ser honesto contigo mismo y con la gente que te rodea.

Rescata el concepto de integridad que tanto han destruido los manuales de “seducción”. Enfoca tu vida de una forma profunda y global y dale una dimensión humana y trascendente a tu relación con las mujeres. Haz cosas en las que creas, ten citas que te apasionen, céntrate en mujeres fascinantes e increíbles y olvídate de obtener resultados y estadísticas de personas que no te llenan.

No hace falta ser ruin, miserable o mentiroso para fascinar a una mujer. Al contrario, cuanto más genuino seas, mejor. Ella necesita autenticidad. Necesita encontrar una persona fascinante y un hombre único. Está genéticamente programada para sentirse atraída por esos rasgos.

Trabaja esos rasgos. Naturaliza el proceso y sé, realmente, ese hombre increíble que hace que las mujeres sientan atracción hacia él, de forma natural. Cree en ti mismo. Sé tú mismo. Vive por ti mismo.