Cuando una conversación va mal nos sentimos muy frustrados. A veces pensamos que la otra persona es estúpida por no ser simpática y no invertir…otras pensamos que somos nosotros los que somos un desastre…pero muchas veces no es ni lo uno ni lo otro. En innumerables ocasiones lo que ocurre es que estamos interpretando mal la respuesta de la otra persona porque NO estamos poniéndonos en su lugar; no estamos siendo empáticos.
La empatía es la capacidad de sentir, entender y razonar correctamente las emociones que está sintiendo la otra persona. Es decir, que tenemos que intentar ponernos en su lugar e intentar comprender (e incluso sentir) cómo se siente esa persona y por qué está actuando de esa manera.
Todo en esta vida tiene un motivo. No hay nada casual. Si nuestra interlocutora se comporta de una forma extraña…siempre tendrá un motivo. Y muchas veces, ese motivo no tendrá nada que ver con nosotros. La mayoría de las veces tiene mucho más que ver con la situación o el contexto de ese entorno que con que la estemos cayendo mal.
Si, por ejemplo, yo me acerco a una mujer en una discoteca y antes que yo, la han intentado manosear bailando 20 hombres…ella va a estar en una situación de “rechazo” para evitar que la gente coja confianzas y la “sobe” de nuevo. Eso no es culpa mía, pero será buena idea que sea consciente de ello. Porque como ella no me conoce, no puede saber si yo soy como los demás, o no. Y dado que yo me estoy acercando a conocerla a ella, mi obligación es intentar ponerme en su lugar, y desde el principio preocuparme de que NO me vea de esa forma.
¿Cómo se consigue esto? Primero, poniéndote realmente en su lugar, y desarrollando la habilidad, día a día, de pensar cómo es la vida de los demás, y cómo puede estar sintiéndose la otra persona. No es tan difícil. Requiere ejercicio diario. En vez de pensar tanto en uno mismo o en los resultados, merece la pena pensar más en cómo se sienten las personas que se rodean dada su situación. Con dedicar unos segundos suele ser suficiente.
En la mayoría de los casos, son cosas evidentes, si se piensa un poco en ellas. Así que, primer paso: pensar en ello y dedicar unos segundos a intentar entender por qué la otra persona está reaccionando de esa forma.
Lo segundo que debemos hacer, es intentar posicionarnos como lo contrario que esa persona está temiendo. Si, por ejemplo, nos da la sensación de que ella teme que seamos un baboso…muchas veces será suficiente, simplemente, haciendo un esfuerzo por ser especialmente correcto y educado.
Si lo anterior no funciona…lo tercero que podemos hacer es expresar en alto que entendemos lo que esa persona está sintiendo, pero diciéndolo como si fuera un pensamiento nuestro. Por ejemplo, si pensamos que ella nos ve como un baboso, podemos decir:
“Lo malo de salir por la noche es que la gente bebe mucho…y se acaban convirtiendo en unos pesados que no respetan a nadie…si yo, que soy hombre, estoy harto de verlos, no me quiero ni imaginar cómo será para vosotras…y es una pena, porque muchas veces eso hace que nos pongamos un escudo y que no hablemos a la gente de forma normal por la noche, etc…”
Y si esto tampoco funciona…entonces llega el momento de PREGUNTAR. Si haciendo todo lo anterior…la otra persona no reacciona positivamente…entonces lo mejor será preguntar con cariño y con TACTO, si está bien…o si ha tenido una mala noche por algo…
Esto último es MUY importante NO hacerlo de forma inquisidora…ni echándole nada en cara, sino sinceramente, y de corazón, interesados por si ha pasado algo y si ella está bien.
Asumid que si no os conoce de nada, lo más probable es que el motivo de su rechazo NO seáis vosotros. Ante una pregunta de este tipo…ella es probable que nos dé alguna pista, pero sin contestárnoslo todo de primeras. Seamos pacientes…dejemos que nos vaya contando, y sigamos preguntando con mucho tacto…acerca de eso que le ocurre…
Es importantísimo prestar mucha atención a NO ser invasivos ni entrometidos en las preguntas…preguntando de forma abierta…y dejando que sea ella la que se abra a nosotros y nos cuente su problema poco a poco…
Álvaro Tineo felicidades EXELENTE artículo te admiro y respeto mucho… tienes mi confianza. Saludos desde Santa Clara (Cuba).
Me ha gustado mucho este post de la serie (al igual que los anteriores)por la secuencia de pasos que indicas. muy interesante y seductor…
Como chica, he de decir que… me gusta bastante el artículo, pero hago hincapié en que las cosas que se dicen… hay que decirlas bien.
A veces (si no todas) importa más la manera en que se diga algo, que lo que realmente se diga..
Por lo tanto la última alternativa, hay que decirla con sentimiento, porque si no, puede sonar a “típica frase para entrar”.
Besos (muchísimos) Alvaro!
Me gusta. La santa doctrina de la seducción suele decirnos que hacer este tipo de cosas no es Alfa.
Yo soy mujer y le aconsejo a los hombres que si una chica NISIQUIERA LOS VE QUE NO SE LE ACERQUEN! aunque les gusteeee mucho! por más tacto o educación esto significa que NO LE INTERESA DEL TODO, los hombres deberían acercarse solo si una mujer los mira les sonrie y les coquetea abiertamente, a mi me ha pasado que se me acercan hombres que aunque suene superficial NO ME GUSTAN PARA NADA, obviamente no les voy a dar oportunidad ni voy a hablar para nada, todo esto que dije suena feo? pues si pero los hombres se ahorrarían muchosssss rechazos si supiesen leer el lenguaje corporal femenino para estar 100% seguros de que pueden avanzar….. Lo mismo con las mujeres….
Anónima, agradezco tu interés y tu comentario, pero siento decir que creo que estás dando un consejo que puede ser bastante malo, aunque en tu caso se cumpla.
Yo no pongo en duda que TU actúes de esa forma, pero lo que estás comentando no siempre ocurre de esa forma y la mirada o falta de ella puede ser por muchísimos motivos. Una mujer tímida, por ejemplo, nunca mira a los ojos, por vergüenza, por mucho que un hombre le guste, con lo cual, en todos los casos en los que estamos ante una persona tímida (que son muchos) tu consejo no aplicaría.
Por otro lado, hay otros factores, como el alcohol la diversión, o el baile que la chica tenga en el momento (que es lógico) que puede tener a la chica concentrada en una actividad que NO sea mirar a los chicos, sino estar con unas amigas. Lo mismo ocurre si la chica está en la barra charlando con una amiga, o cualquier actividad similar. En esos casos en los que la chica está distraída haciendo otra cosa (que también son MUCHOS) tampoco se aplicaría tu consejo.
Además, está el hecho de que si bien hay mujeres que claramente aceptan o rechazan a un hombre por su físico, también hay muchas que no lo hacen. O, incluso muchos chicos que, a lo mejor pueden no llamar la atención de primeras, pero luego por el lenguaje corporal, la conversación, la forma de mirar y el modo de tratarla, acaba despertando, y mucho, su interés. Por suerte, los mecanismos de atracción en el cerebro de una mujer, son muchísimo más complejos que los de simplemente determinar una atracción física. Y hay cientos de estudios que han demostrado esto.
Por si todo esto fuera poco, el que una chica mire a un chico, estadísticamente hablando, no tiene por qué significar que la chica quiera algo. En ocasiones es una forma de jugar y tontear con los chicos que ve inofensivos. O, a veces, la chica puede mirar porque el hombre vaya vestido de un modo u otro, llamando la atención. Incluso puede ser que le esté mirando para reírse de él.
Sí estoy de acuerdo en que hay veces que una mujer mira a un hombre como un claro síntoma de “invitación a la aproximación”, y en esos casos, está muy claro que hay que acercarse a hablar con la chica. Pero el lenguaje corporal es algo muchísimo más complejo que simplemente poder decir que una mirada sinifica clara atracción entre ambos.
Como úlitmo aporte, el rechazo a la hora de abrir es parte de ser hombre. Nos preparamos para ello y no es algo que se deba temer. Nosotros, como hombres, tenemos la obligación de ofrecer a una chica que nos gusta, la posibiliad de conocernos. Para eso están las habilidades sociales, la educación y nuestro propio estilo a la hora de iniciar conversaciones.
Si la chica responde bien, genial. Y si no, no. No pasa nada. Pero hay que intentarlo siempre.
En lo que sí estoy de acuerdo es en que tú no le des conversación a un chico que no te gusta y no te aporta. Ahí os estás haciendo un favor a ambos. Pero recuerda que hombres y mujeres somos muy distintos y que si estudiamos el comportamiento humano en general y a grandes rasgos, no podemos centrarnos en una opinión aislada como la tuya, sino en actitudes y comportamientos que estén probados en la mayoría de la gente.
Un saludo!!
Pienso que esa “Empatia” premeditada, no es mas que un intento de manipulación bastante mas complejo y sutil que la del típico seductor de libro. La verdadera empatía no creo que solo requiera la comprensión del estado de ánimo de la otra persona, es fundamental sentir lo que ella siente, sino no estamos hablando de empatia, mas bién de manipulación y autoengaño. El fin último de la empatia no es mas que la verdadera y profunda comprensión del sufrimeinto ajeno.
Si esta empatia es verdadera, lo que venga despues sera una respuesta natural y no premeditada.
La empatia surge de lo mas profundo del ser, y cada persona debe encontrarla por si mismo, de ningún modo aprendida de maestros que esclavizan adeptos y seguidores. Sino, lo único que estaremos haciendo es colorcarnos la mascara de buenas personas para mirar luego al espejo hasta creernos que somos realmente lo que esa mascara representa.
Seducción, Anti-seducción. No veo mas que un mismo intento de dar unas pautas para la verdadera realización del ser humano.