Mucha gente confunde el estilo directo con jugar rápido. Y este es un grave error.
La diferencia entre el estilo directo y el indirecto es que en el estilo directo, el hombre dice abiertamente que tiene interés en conocer a la chica porque hay algo de ella que le ha llamado la atención. Y en el estilo indirecto, esta matización se omite…y se espera a ganar la atención de ella para decirlo.
Ambos métodos son muy válidos y lógicos. Y depende mucho más de la situación que de nosotros, el que sea adecuado hacer una cosa u otra. Si, por ejemplo, nos presentan a una amiga de amigos…no tendría sentido hacer directo. Pero si estamos por el día y vemos una chica con una camiseta de un grupo de música que nos encanta…entonces lo que NO tendría sentido, sería hacer indirecto. Es más un tema de congruencia que otra cosa.
Ahora bien, ¡ni el directo ni el indirecto deben hacerse con prisa! La paciencia es básica en ambos métodos.
El estilo directo TIENE que ser paciente, al igual que el indirecto. Yo puedo iniciar una conversación mostrando cierto interés en conocer a una persona. Esto es algo que se hace a diario y no sólo con las mujeres. Yo puedo, perfectamente, acercarme a un hombre que está leyendo un libro que me encanta y comentar que me parece muy interesante que lo esté leyendo y que quiero saber su opinión.
Hay una gran diferencia entre mostrar interés y necesitar un resultado de la otra persona. Siempre que el estilo directo sea una muestra de interés, en la que NO necesitamos resultados, sino que, simplemente, tenemos curiosidad por saber cómo es la otra persona y verificar si está a la altura de nuestras expectativas, entonces lo estaremos haciendo bien.
Si, por el contrario, utilizamos el estilo directo para intentar desconcertar, impresionar y seducir a la mujer en el menor tiempo posible (que por desgracia es lo que intentan la mayoría de los seguidores de la Santa Doctrina de la Seducción) entonces estaremos siendo monos de feria. Y ninguna mujer de valor querrá relacionarse con nosotros. Podremos ligar aisladamente con chicas poco maduras, inseguras…o que estén obsesionadas con algún rasgo valioso que nosotros tengamos, por ejemplo en el caso de tener un muy buen físico y tener la suerte de que ella sólo se fije en eso.
Pero eso no es interactuar. Eso no es valor. Eso es comprar y vender mercancía en la carnicería. Si tienes un gran físico…y no buscas nada más que rellenar tus ansias de ego…adelante. Pero no será un éxito real. Y tampoco creo que sea el caso de los lectores de este blog.
Para la mayoría de personas que buscamos crecer, mejorar y ser realmente poderosos y atractivos, tenemos que enfocar el estilo directo de una forma calmada, evaluativa y condicionada a la respuesta de ella.
Una vez que iniciemos la interacción, aunque hayamos mostrado cierto interés, tenemos que pasar a tener una conversación NORMAL, sin prisa…en la que, de forma genuina tengamos interés en conocer a la otra persona, sin necesitar resultados. Que nos interese conocerla no quiere decir que necesitemos ligárnosla.
Una vez más, la paciencia es la clave. Deja que sea ella la que se abra…la interacción es cosa de dos. Y ella también tiene que jugar. No tengas prisa.
Una vez más, magistral. Gracias por compartir esto Álvaro.
NORMAL, esto es algo que en mi caso me ha costado mucho interiorizar y es que como tu bien dices, en una mujer y un hombre surge una atracción cuando conectan conociéndose.
Lo que si se me ha grabado a fuego después de leerte es que para poder seducir la principal herramienta no se basa en tener unas buenas habilidades sociales o un buen cuerpo o material enlatado o la capacidad de leer el lenguaje corporal. La principal herramienta consiste en la inexistencia del miedo y necesidad. Seguimos trabajando en ello.
Buen aporte Álvaro, en tu línea. 😉
Completamente de acuerdo! Y si Pablo, el verdadero talismán es no tener miedo ni necesidad, con unas emociones correctas todo deberia ser coser y cantar, pero para eso tenemos que seguir trabajando. Un saludo