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La Santa Doctrina de la Seducción lleva años intentándonos convencer de que una persona sin éxito, con miedos y cientos de limitaciones, puede leerse dos libros y apuntarse a un par de cursos con los mejores especialistas en seducción…y en cosa de un mes, superar todos sus miedos, vencer todas sus limitaciones y convertirse en una especie de Rodolfo Valentino infalible preparado para la acción.

Pues bien, esto no es así. Yo entiendo que vender fórmulas milagrosas, ahora y siempre, será rentable. A todo el mundo le gusta creer que sus problemas se solucionarán con un curso acelerado e intensivo. Pero la vida, simplemente NO funciona así. Como decía un amigo mío: un problema que ha tardado 30 años en originarse, no se resuelve en 5 minutos.

Los miedos que llevan con nosotros toda la vida, no van a desaparecer de pronto por hacer un curso o por leer un par de libros. En cualquier otra área, esto sería evidente.

Pensemos, por ejemplo, que intentamos aprender a conducir. Ningún profesor del mundo puede pretender que alguien que no ha conducido jamás, compita en Fórmula 1 después de un curso de fin de semana.

Si alguien quiere aprender a conducir, la primera semana, se dedicará única y exclusivamente al arranque y el embrague, aprendiendo a hacer avanzar el coche y cambiar de marcha. Sólo cuando se domine eso…se pasará a hacer giros. Sólo cuando se dominen los giros, se aprenderá a circular en rotondas. Y así sucesivamente.

Después de eso, y por muy bien que se sepa conducir, habrá que dedicar varias clases a aprender a aparcar. Aún sabiendo hacer todo esto, se requerirán decenas de clases para practicarlo todo junto hasta que se domine. Y después de eso…la persona estará UN año entero con el cartel de L (Learner) puesto en el cristal del coche, sin poder superar los 80km/h.

Pues bien, si algo tan sencillo como aprender a conducir…que NO pone en juego miedos arraigados; que no supone un cambio de paradigma brutal con respecto de nuestra educación; y que está socialmente aceptado…nos requiere un mínimo de 6 meses de clases y un año de práctica…¿cómo demonios podemos pensar que en un curso de 8 horas vamos a ser capaces de cambiar toda nuestra forma de comportarnos para relacionarnos con las mujeres?

Esta es otra de las grandes obviedades nunca dichas. Hay que aprender UNA cosa cada vez. Y hasta que no se domine esa cosa, no se debe jamás, intentar pasar a la siguiente.

Hasta que no se pueda “abrir” con facilidad, no se debe intentar enganchar. Hasta que no se sepa enganchar no se debe intentar escalar. Hasta que no se sepa escalar no se debe intentar hacer kino. Y así con un largo etcétera.

Si intentamos hacer todo esto de golpe, desde el primer día, el cerebro se satura y entonces conseguiremos el efecto contrario: no sólo no mejoraremos, sino que es probable que incluso lleguemos a retroceder porque nos frustraremos mucho más.

Además, una cosa fundamental para agilizar el aprendizaje de cualquier tema, es ser capaces de disfrutar del proceso y vivir con “placer” y gusto cada nivel. Si yo estoy saturando al cerebro con más funciones de las que puede manejar, será imposible disfrutar y eso estará jugando en mi contra.

Así que tómatelo con filosofía y practica sólo una cosa cada vez. Si estás practicando aperturas. Dedícate un mes o dos, o los que haga falta, a dominar eso. Olvídate de la meta por un tiempo y céntrate en el proceso. Olvídate de conducir en circuitos de élite y céntrate en aprender a arrancar el coche. Porque si no dedicas tiempo a aprender el arranque, es imposible que consigas competir en Fórmula 1.