La Inteligencia Emocional podría definirse como la capacidad que tiene una persona de manejar, entender, seleccionar y trabajar sus emociones y las de los demás con eficiencia y generando resultados positivos.
Es decir, es la habilidad para gestionar bien las emociones. Tanto las nuestras como las de los demás. (más…)
La inteligencia social es la capacidad que tiene una persona de entender, tratar y llevarse bien con la gente que le rodea. La inteligencia social es lo que hace que una persona sea capaz de tener mil amigos dispuestos a dar la cara por él, o lo que hace que una persona no tenga nadie con quien contar. También es lo que provoca que una persona sea magnético para las mujeres o que, por el contrario, sea un total negado a la hora de interactuar. Y, por último, es lo que hace que una persona sea un vendedor u orador de primera o que, por el contrario, sea un fracaso en los negocios y en su capacidad de expresarse en público.
Es decir, la inteligencia social es la parte de nuestra inteligencia (valga la redundancia) que se utiliza para relacionarnos con efectividad con la gente que nos rodea.
Alguien con una inteligencia social muy desarrollada es una persona capaz de entender e intuir qué siente la gente en cada momento, qué necesita, cómo se comporta y qué espera de nosotros. Los políticos, los oradores, los grandes seductores, los grandes vendedores, los profesores que nos hacen amar lo que enseñan, los hombres de negocios poderosos, etc. son personas con una gran inteligencia social.
Digamos que la inteligencia social es la capacidad de optimizar al máximo nuestra relación con la gente, sacando lo mejor de ellos, generando el mínimo nivel de rechazo y consiguiendo los mejores resultados de ellos.
Algunas herramientas importantísmas para tener una buena inteligencia social son:
La Inteligencia Social es, con mucho, la habilidad más útil para tener éxito en la vida. Si tenemos éxito al tratar a la gente que nos rodea tendremos éxito en las relaciones profesionales, los amigos, los negocios, las parejas sexuales, la familia, etc. No hay nada más definitivo para tener éxito en nuestra relación con las mujeres que la inteligencia social. Y pocas cosas puede valorar una mujer más que el hecho de estar con un hombre socialmente brillante.
Muy a menudo resalto la importancia de pasárnoslo bien al hablar con una chica, sin buscar un resultado. Pero claro, eso puede no ser tan fácil. Lo que yo te propongo es que cambies el punto de vista, el foco.
En vez de tener el foco en ella, te sugiero que pongas el foco en tu interior. En tú sentirte bien y en ser congruente con lo que tú eres. ¿Qué cosas te gustan a ti? ¿Qué piensas tú realmente de las cosas que salen en la conversación? ¿Qué te interesa realmente saber? ¿Qué piensas de la vida? ¿Qué pelis o libros has tenido últimamente entre manos? ¿Qué te gusta de ella?
Te animo a que cambies el tener una conversación para “ligar con una chica”, por tener una conversación en la que REALMENTE expreses lo que eres como hombre, tu verdadera personalidad. Céntrate en que ella te conozca como realmente eres. Si algo no te gusta, dilo. Si eres desordenado o despistado, admítelo. No intentes ganar su aprobación, ni generar un efecto en ella. Sé lo que tú eres. Ahí reside tu verdadero atractivo.
Teniendo esto en mente, hay varios consejos que creo que te puede ser útil tener en cuenta a la hora de disfrutar y fluir en una conversación (y que son aplicables también a una conversación con un hombre):
1- No seas lógico. La lógica es una función del hemisferio izquierdo del cerebro. Y la creatividad, el mezclar temas y actuar de forma caótica es parte del derecho. Una buena conversación debería tener compensadas esas dos áreas. Alguien 100% creativo y errático es inaguantable. Y alguien 100% lógico también. El secreto está en encontrar un equilibrio interno entre los dos hemisferios. Es lo más sano, lo más divertido y lo que más te va a hacer disfrutar a ti. Te aseguro que si equilibras esto, disfrutarás muchísimo más en una conversación.
2- Utiliza el sentido del humor. Digas lo que digas, si te ríes, disfrutas más. Por supuesto no hay que reírse todo el rato de todo, al igual que en el punto anterior se trata de encontrar un equilibrio. Sé que esto puede parecer una obviedad, pero realmente creo que los hombres cuando estamos ante una mujer nos ponemos demasiado serios. Demasiado solemnes. Intentamos causar buena impresión a través de proyectar una imagen de “poder” y autoridad. Creo que todas estas poses son contraproducentes. Pasándotelo bien y riéndote le muestras muchísimas más cualidades buenas que haciéndote el interesante y misterioso.
3- Pregunta lo que realmente te interese. No intentes crear “conexión emocional”, ni dirigir la conversación hacia donde crees que te puede dar resultados. Sé original y pregunta lo que de verdad te interesa. Si le estás mirando el pelo y tiene un tinte de un color raro… ¡pregúntale por eso! Si te habla de su perro y a ti te encantan los animales… pregúntale de qué raza es y habla sobre perros durante un rato. Olvídate de los caminos establecidos… ten personalidad y pregunta cosas que te interesen de verdad.
4- Si la vas a piropear, di cosas que realmente pienses de ella. No escales por escalar, ni sexualices por sexualizar. Si le dices algún piropo, que sea de verdad sincero. Y que sea algo que te gusta de ella en concreto. Si no se te ocurre nada aún, no digas nada. No le lances piropos como si fueras un robot (que es lo que hacen el 90% de los hombres dentro y fuera del mundo de la seducción). Ella está viva… e interactúa contigo. Tiene cosas normales y cosas que realmente “molan”. Piropea sólo cuando detectes una que verdaderamente te “mole”. Y no lo hagas para gustarla, dilo porque realmente te gusta eso de ella. Como una forma de expresar lo que piensas.
5- Admite tus defectos. Alguien sin fallos no es creíble. Ni realista. Ni tiene una buena autoestima. Cuanta mejor autoestima tiene una persona, más capaz es de reconocer sus puntos débiles… siendo consciente, al mismo tiempo de que puede potenciar sus fortalezas. No intentes venderte a nadie, y menos a una mujer. Una mujer no va a tener más interés en ti porque te vendas o disimules tus defectos. Al contrario. Además, el intentar venderte, te pone internamente en una relación de dependencia con ella, en la que necesitas su aprobación para estar bien. Salte de todo ese proceso. Olvídate de parecerle alguien atractivo y expresa lo que eres directamente.
6- Habla de tu vida, de tus intereses, de las cosas que te gustan. Admite tus gustos abiertamente. Si te mola la música country, la equitación, o jugar a los videojuegos, dilo. No hay nada más impresionante para una mujer que un hombre que no necesita impresionarla. No traiciones ni ocultes lo que eres. Proyecta tu personalidad real, tu identidad. Sé original, único.
Mejorar nuestra relación con las mujeres es muy parecido a ponerse en buena forma. Adelgazar o ponerte fuerte en el gimnasio no es algo que puedas notar de un día para otro. No puedes esperar salir el lunes del gimnasio más fuerte que el domingo. Ni haber notado tu adelgazamiento al levantarte el primer día que haces dieta por la mañana.
Es similar a ver crecer la hierba.
En nuestra relación con las mujeres ocurre exactamente lo mismo. No vas a pasar de ser un chico tímido e inseguro a súperhombre en una semana. La vida simplemente no es así. Y todos aquellos que promulguen lo contrario, son tan reales como los métodos de adelgazamiento en una semana.
Con mucha frecuencia hablo de la importancia de no hacer las cosas esperando un resultado. Pero cuando digo esto, me estoy refiriendo a que no busques resultados a corto plazo. Del mismo modo que cuando haces pesas no deberías estar buscando un resultado al terminar cada “serie”. Sería absurdo medirte el bíceps justo después de levantar cada pesa.
Si quieres mejorar tus habilidades de conversación, por ejemplo el resultado que debes buscar no es caer bien a la primera chica con la que hablas, sino pasado un mes o dos… notar que estás más suelto, que tienes más agilidad y más presencia en las interacciones.
Además, el éxito no está en gustar a una chica concreta, sino en tener las habilidades necesarias para ser el hombre que tú quieres ser y, en general, gustar a mujeres que te encanten. Nunca podrás gustar a todas.
En las técnicas de adelgazamiento hay un recurso consistente en entrar en una sauna y deshidratarte. Después de hacer eso, pesas un par de kilos menos. Pero eso no es adelgazar, eso es perder agua. Tu grasa sigue exactamente igual. Creo que es una analogía buenísima con la relación con las mujeres.
El chico que sale por la noche y a base de trucos y mentiras liga con tres chicas… no es mejor hombre que la semana anterior. No es más atractivo. Simplemente está gozando de unos resultados “efectistas”, sin solidez alguna.
Ese no es el camino. Sé paciente y trabaja para conseguir cambios realmente increíbles en tu vida.
Hoy os traigo una pequeña reflexión en vídeo acerca de lo importante que es tener amigas, para tener una relación normalizada y natural con las mujeres.
Espero que os guste.
httpv://youtu.be/7LiOIt5kUmM
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