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Reflexión para comenzar el año

Me gustaría comenzar el año haciendo una pequeña reflexión acerca de la vida, la anti-seducción y nuestra relación con la gente que nos rodea.

Para tener una vida plena y feliz es necesario tener una relación sana y completa con la gente que nos rodea…pero esa relación sólo podrá ser realmente completa si surge de un trabajo de interior. Cuando nosotros estamos bien, cuando nosotros tenemos una vida feliz y cuando somos autosuficientes es cuando podemos dar lo mejor de nosotros y atraer a los demás a nuestra vida por lo que somos y no por representar un papel.

Nuestro Juego Interno (lo que pensamos, lo que sentimos, lo que somos) es lo más importante de todo. Al igual que una semilla que luego hace crecer un árbol fuerte y soberbio, nuestro crecimiento debe ir del interior al exterior. Y no debemos intentar cambiar para tener más éxito con las mujeres, sino para ser personas más completas y felices.

Cuando yo empezaba en el mundo de la “seducción” leía un montón de cosas en las que pensaba:

“Claro, esto tiene mucho sentido…es algo muy Alfa y natural…y es lógico que sea atractivo para una mujer…”

Y luego me decía a mí mismo de nuevo: “¿por qué demonios esto no me sale a mí de forma natural? ¿por qué no soy el tipo de hombre que tiene estos rasgos como algo innato o espontáneo?”

Esta fue mi motivación para mejorar. Ser el hombre que, naturalmente tuviera esos rasgos que me parecían increíbles, necesarios y muy poderosos. Esos rasgos hacían de mí alguien muy atractivo. Pero, sobre todo, hacían de mí una persona fuerte, poderosa, feliz y muy capaz de mejorar la vida de la gente que estaba a mi alrededor.

Si una persona intenta mejorar su relación con las mujeres trabajando sólo el Juego Externo (lo que uno hace exteriormente, sin cambiar el interior)…ser verá con varios problemas:

  • Al cabo de unos años su vida será peor. Tendrá menos y peores amigos. Será menos feliz y todo se convertirá en un tema de “cantidad”. Necesitará sumar y sumar una y otra vez para demostrarse que “puede”. Será todo una cuestión de ego. No de ser feliz.
  • Las mujeres perderán el interés cada vez que lo conozcan realmente. Será todo una fachada que, antes o después, se descubrirá.
  • No podrá gustar a las mujeres realmente inteligentes y selectivas, porque para una mujer muy selectiva es necesario tener una congruencia profunda y sólida, que no se puede conseguir sólo con el trabajo del Juego Externo.
  • Tendrá resultados relativamente pronto, pero estos resultados tienen un tope. Llegará a un punto en que ya no podrá avanzar más. Y cuando quiera pasar ese límite, se dará cuenta de que el trabajo hecho anteriormente no sirve de nada, porque para subir de nivel hay que tener un trabajo interno detrás que esa persona NO ha trabajado jamás.

Si se trabaja desde el Juego Interno, por el contrario, los resultados serán los siguientes:

  • No se tienen resultados inmediatos, se tarda cierto tiempo en notar cambios…pero esos cambios son duraderos, profundos y sólidos.
  • Será una persona feliz y plena, porque ha trabajado “sanando” las partes de su vida que no funcionaban. Su relación con las mujeres es una proyección de su vida interior rica, feliz, plena.
  • Cuanto más lo conozca una mujer, más interés tendrá en él, porque, en vez de gustar por una fachada, realmente gusta por lo que es.
  • Las mujeres muy selectivas se fijarán en él sin que él deba hacer demasiado por conseguirlo.
  • Al cabo de unos años su vida será muchísimo mejor. Será una persona muchísimo más feliz. Generosa, agradecida, en paz…útil para la gente que le rodea y será querido por lo que realmente es.

Si lo enfocas bien…los rasgos que hacen de ti una persona atractiva a ojos de una mujer…son también las cualidades para tener una vida feliz y plena. No te dejes deslumbrar por métodos efectistas y rápidos para conseguir tener sexo con mujeres.

Piensa en ti, en tu vida y en el hombre que quieres ser. Trabaja en tu interior, invierte en tu vida y en ser feliz.

El efecto placebo

Hoy os traigo un fascinante y entretenido vídeo sobre el efecto placebo. Es inimaginable la ingente cantidad de literatura que demuestra, día a día, el poder del efecto placebo en campos cada vez más revolucionarios e impensables hace años. El poder de la mente es increíble, no hay que olvidarlo nunca.

P.D. Muy feliz año a tod@s!

El altruismo

Hoy os traigo un estracto muy interesante de un programa de Redes, sobre el altruismo. Y aprovecho para iniciar/proponer un debate: ¿es el ser humano altruista por naturaleza? ¿Qué opináis?

Y como no nos veremos hasta el lunes: ¡FELIZ NAVIDAD!

La pereza

Hoy os traigo un interesante y gracioso vídeo sobre la pereza a la hora de hacer las cosas. El vídeo no es especialmente riguroso, pero sí que es bastante didáctico y divertido. Es un fragmento de un programa de “El Hormiguero” que, de cuando en cuando, tiene secciones muy instructivas.

Trucos conversacionales. 20- Lenguaje corporal, segunda parte

Hoy voy a cerrar esta sección hablando sobre el lenguaje corporal que podemos hacer para cuidar o proteger a la persona con la que estamos hablando, algo que es muy importante.

La labor de una persona Alfa, de un líder…al final es proteger y cuidar a los demás…al igual que el macho Alfa de una manada de animales tiene que cuidar y proteger al resto de animales de su grupo.

Como siempre digo, el hombre es un animal simbólico, esto quiere decir que la protección se hace con gestos o pequeñas acciones simbólicas y no tanto con una protección real. A veces, escuchar es una forma estupenda de cuidar y preocuparse por una persona, y no es necesario hacer más.

Ahora bien, nuestro lenguaje corporal a la hora de ayudar y cuidar a otra persona en una conversación es MUY importante. No sólo debemos cuidar de palabra o escuchando. Es básico que acompañemos esto de un contacto físico de protección y un lenguaje corporal no-invasivo y cariñoso.

Pondré varios ejemplos de cómo podemos cuidar con nuestro lenguaje corporal:

  • Tocando con nuestra mano el brazo de la otra persona en el espacio que hay entre el hombro y el codo. Esto se puede hacer cuando preguntamos qué tal está, cuando nos interesamos por algo o cuando queremos animar a la otra persona. Debe hacerse en un lado. Si es con nuestra mano derecha en su brazo izquierdo, mejor, porque esto está más en contacto con su lado emocional (hemisferio derecho del cerebro).
  • Cuando nos cuenten un problema o veamos que la otra persona está triste, es tremendamente útil y poderoso abrazar a la otra persona. No esperes a que la otra persona te lo pida. Si realmente ves que la chica está triste, abrázala (incluso entre hombres no es para nada mala idea abrazar cuando otra persona está triste). Al abrazarla acaricia un poco su espalda. Da un abrazo de verdad. Incluso puedes terminar el abrazo dando un beso en la sien o en la frente. Y al terminar el abrazo, es bueno dar palabras de ánimo del tipo “ya verás cómo al final todo se arregla”…”tranquila que tú vales mucho”, etc.
  • Si estamos ante una chica, es muy poderoso también acariciar su cara cuando vemos que está triste, en la mejilla, agarrándole suavemente el moflete con nuestros dedos índice y medio, respectivamente, como lo haría un padre con su hija. Es una forma de quitarle hierro a la situación y darle un poquito de humor para que la chica se anime.
  • Si la chica que tenemos delante se está infravalorando a sí misma…un recurso buenísimo es agarrarla suavemente con nuestras dos manos en sus dos brazos entre sus hombros y sus codos (como en el primer ejemplo). Es decir, la cogemos con nuestras manos por los dos brazos a la vez que la miramos fíjamente a los ojos…y le decimos algo MUY positivo y muy asertivo sobre ella. Por ejemplo: “María, tú vales muchísimo…y eres una tía estupenda….no digas nunca lo contrario, ¿ok?” o “María, eres una persona muy inteligente y con mucho talento…seguro que lo haces fenomenal…sé positiva, ¿vale?”.

En realidad no es un lenguaje corporal nada raro, porque es lo que casi todos nosotros hemos vivido con nuestros padres de pequeños. Un buen líder a veces tiene que cuidar como un padre, animando y dando cariño real y sin esperar nada a cambio a la otra persona.