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Nick Vujicic…una persona increíble

Hace tiempo publiqué un vídeo de Nick Vujicic…pero es una persona TAN espectacular, que merece la pena mostrar vídeos suyos cada cierto tiempo. No hay nadie como él en el planeta y debe servirnos de inspiración a todos. Al margen de que él sea creyente y el vídeo tenga un toque bastante religioso (con lo que, personalmente, no concuerdo mucho)…me parecen unos argumentos increíbles se crea en lo que se crea…y un ejemplo viviente de que el hombre siempre puede transformar la adversidad en algo excepcional y poderoso.

Trucos conversacionales. 19- Lenguaje corporal, primera parte

Hay posturas y gestos que nos hacen conectar más con la persona que tenemos al lado y otros que nos hacen parecer distantes y fríos. No siempre hay que parecer cercano o distante, depende de la situación y de cómo se esté comportando la otra persona.

Tener el cuerpo orientado a la otra persona mientras hablamos con ella, es una forma de mostrar interés y generar cercanía. Es una forma de demostrar que la otra persona tiene toda nuestra atención. Por el contrario, tener el cuerpo mirando hacia otro sitio es una muestra de que lo que nos está diciendo no nos llama la atención especialmente.

Pues bien, no siempre es bueno orientar nuestro cuerpo hacia la otra persona, sino TODO LO CONTRARIO. La regla es que debemos orientar nuestro cuerpo cuando la otra persona realmente esté invirtiendo en la conversación y dándonos una interacción de calidad, y posicionarnos con el cuerpo mirando hacia otro sitio cuando no lo haga. Todo depende de la fase de la interacción en la que estemos, y de cómo se esté comportando la otra persona.

Hay que tener en cuenta que no es lo mismo estar de pie, que sentado (de pie es más cómodo, fácil e intuitivo estar orientado hacia la otra persona; pero por hacer lo mismo estando sentado es incómodo y, por ello, tiene que estar muchísimo más justificado para que sea congruente). Y tampoco es lo mismo hacerlo con ruido o sin ruido (con ruido está justificado estar más cerca de la otra persona; sin ruido no tanto).

Veamos algunos ejemplos:

  • Si estamos abriendo un grupo e iniciando una conversación con unas personas que no conocemos, será muy bueno NO orientar nuestro cuerpo específicamente hacia ninguna de ellas. En este momento nos interesa ser neutro e interesante desde lejos, sin prestar mucha atención a ninguna.
  • Si, por el contrario, ya tenemos cierta confianza con ella y se está abriendo para contarnos un problema, entonces deberemos orientarnos totalmente hacia la otra persona como muestra de interés.
  • Cuando estemos paseando no debemos hacer ningún esfuerzo por mirar o centrarnos en la otra persona, porque es un esfuerzo INNECESARIO e injustificado. Con este tipo de acciones nos vendemos muy barato.
  • En la barra de un bar, si hay ruido, por un tema de practicidad, será bastante intuitivo y natural, estar orientado hacia la otra persona. Porque no hacerlo sería realmente incómodo. Es decir que si no lo hacemos estaremos siendo ESPECIALMENTE distantes. Y si, por el contrario, no orientamos hacia nuestro interlocutor, no estaremos mostrando especial interés, porque simplemente es más fácil y cómodo. Aún así, incluso en este caso, no hay que abusar, y es bueno cambiar nuestra posición de vez en cuando.
  • En general, no debemos NUNCA tener nuestro cuerpo orientado mucho tiempo hacia la otra persona, pero eso ni es cómodo, ni es natural y es una muestra de necesidad de aprobación. Alguien con opciones sólo centra su cuerpo y atención total en la otra persona en momentos puntuales realmente intensos o interesantes y el resto del tiempo hace un poco “su vida” y mantiene un lenguaje corporal relajado sin orientarlo específicamente a nadie.

El resumen es que nuestro interés, tanto verbal como no verbal, debe ser “ganado” por la otra persona. Alguien que muestra interés corporal constantemente, simplemente se está vendiendo muy barato. Es por ello que nuestra postura debe centrarse en la otra persona sólo cuando realmente esté justificado.

Pensamiento Positivo

pensamiento positivoEl pensamiento positivo: definición

El pensamiento positivo es la rama de la filosofía que estudia la relación que hay entre la forma en la que afrontamos los problemas o nuestra actitud, positiva o negativa, ante los mismos, y los resultados y consecuencias que tenemos en nuestra vida. Es decir, que se trata de ver qué relación hay entre ser una persona positiva y conseguir lo que quieres y tener una vida feliz.

El pensamiento positivo puede dividirse en dos corrientes: una más filosófica o espiritual; y otra más práctica o psicológica.

 

Las dos ramas del pensamiento positivo

La rama espiritual/filosófica postula que pensar en positivo, o lo que es lo mismo, asumir que las cosas van a salir bien y dedicar tiempo a visualizarlo… trae éxito a tu vida porque tus pensamientos ATRAEN las realidades. Esta rama del pensamiento positivo se basa en el concepto de “ley de la atracción”. Es decir, que cuanto más piensas una cosa, más atraes esa realidad a tu vida. De esta forma, si piensas en positivo, atraes cosas positivas, y si piensas en negativo, atraes las negativas.

La rama psicológica/práctica lo que dice es que cuando tienes un pensamiento positivo, se activa la creatividad, te sientes relajado, te cambia el estado de ánimo, empiezas a buscar soluciones, tienes la mente más activa, etc. y rindes muchísimo más a nivel cerebral, con lo cual, resuelves mejor los problemas y eso te da éxito a la larga. Mientras que si piensas de forma negativa, eso bloquea tus capacidades y te paraliza. Así pues, esta rama del pensamiento positivo promulga centrarse en que todo va a salir bien, porque considera que es mucho más poderoso para sacar el máximo de nuestras capacidades.

En cualquier caso, ambas corrientes vienen a defender lo mismo: el pensamiento positivo (una actitud positiva), asumir que todo va a salir bien… hace que tengas muchísimo más éxito en tu vida que pensar en negativo.

Cada vez hay más estudios científicos que demuestran que el pensamiento positivo, o el coeficiente de optimismo (el grado de optimismo que tiene una persona) son imprescindibles para tener éxito, para ser constantes y para manejar niveles altos de felicidad.

 

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Trucos conversacionales. 18- La mirada

En una conversación no todo es hablar. La información que se transmite a través del lenguaje corporal es, también, muy importante. A veces incluso más que las propias palabras. Del lenguaje corporal se puede decir muchísimo, pero en este artículo voy a limitarme a dar, simplemente, un par de nociones fáciles, básicas y muy importantes para que, cuando estemos en una interacción transmitamos cercanía, calidez e interés por la otra persona, haciendo que la interacción avance mejorando la confianza entre ambas partes.

La forma en que miramos, y más aún, si miramos o no a una persona cuando estamos hablando con ella, transmite mucho acerca de nuestro interés por ella y nuestra forma de ser.

Hay que entender dos principios:

  1. Cuando miramos al escuchar a la otra persona, estamos transmitiendo interés, curiosidad y eso no es amenazante, al contrario.
  2. Cuando miramos al hablar nosotros, transmitimos seguridad y dominación.

Esto es muy importante porque en el lenguaje corporal no hay reglas fijas…todo depende de lo que queramos conseguir en cada momento. No siempre será bueno mirar fijamente, así como tampoco lo será apartar siempre la mirada.

Para generar una interacción relativamente normal o neutra en la que, simplemente se pretenda llevarse bien con la otra persona y generar complicidad, será bueno mirar fijamente cuando la otra persona hable y mirar sólo de vez en cuando en los momentos en los que estemos hablando nosotros. Esto transmite interés, pero no es dominante ni amenazante, como digo es una forma natural y neutra de comunicación.

Pero hay varios casos en los que esto quizá no nos interese tanto. Veamos algunos ejemplos:

  • Si la chica es excesivamente tímida y no está cómoda a nuestro lado…será bueno evitar mirarla fijamente durante más de uno o dos segundos, incluso aunque ella esté hablando, porque si ella es una persona insegura y no tiene confianza con nosotros se sentirá amenazada si la miramos fijamente. Digamos que aquí nos sobraría valor…y en estos casos es bueno relajar y jugar menos fuerte. En este caso convendrá sonreír mucho y mirar de la forma más amigable posible.
  • Si estamos en una fase en la que la chica tiene confianza con nosotros…deberemos mirar fijamente siempre, tanto cuando estamos hablando nosotros como cuando esté hablando ella, puesto que en esta fase lo interesante será empezar a escalar y crear tensión sexual. La mirada es la forma más natural y auténtica de demostrar que estamos cómodos y que deseamos a la otra persona.
  • Si la chica está siendo altiva e inaccesible será bueno no prestarla demasiada atención al principio. Pero esto no debemos hacerlo con nuestras palabras sino con nuestro lenguaje corporal. Dedicar atención a NO mirarla, y NO orientar nuestro cuerpo hacia ella puede ser una solución perfecta para que ella perciba que no nos impresiona y que no necesitamos gustarla. Cuando ella baje de su actitud altiva, entonces deberemos cambiar de actitud y empezar a mirar y tener un lenguaje corporal más accesible.

Recuerda que, si la interacción transcurre normalmente, al comienzo lo ideal será mirar fijamente al escuchar y eventualmente al hablar. Sin estar nunca más de un par de segundos mirando cuando estamos hablando.

La paciencia y saber insistir. Vol. 12


Hay veces que una interacción va genial y es MUY sencillo volver a quedar con la chica. Y otras en las que algo sale CLARAMENTE mal y nos acaba resultando imposible rescatar la situación. Pero, digamos que, entre ese blanco (que todo salga bien) y ese negro (que la interacción se vaya totalmente al traste) hay un montón de grises…en los que la chica no nos está rechazando totalmente, pero que sí que nos está poniendo ciertas dificultades para contactar con ella o volver a verla, con cosas como: no coger nuestras llamadas ni devolverlas; tardar mucho en responder o no responder los e-mails; etc.
En estos casos, nuestra mente nos da dos razonamientos: por un lado, si ella no coge y no tiene interés… casi merece la pena rechazarla…; pero por otro lado, si todo iba bien y, de pronto, hay algunos fallos, quizá el error no sea nuestro y haya algo que no sepamos que haga que no todo esté perdido. Pero…aún en este caso ¿cómo demonios debemos actuar?
El 99% de los hombres maneja mal la presión y las dificultades porque NO saben gestionar la paciencia. Eso hace que por no esperar actúen de dos formas: o pasan de la chica y no vuelven a llamarla nunca; o la llaman una y otra vez hasta que consiguen cerrar la cita, mostrando necesidad y destrozando la interacción con poca posibilidad de reparación.
No hay que olvidar que las mujeres tienen VIDA real. Tienen cosas que hacer y pueden no responder al teléfono porque estén trabajando o haciendo cualquier otra cosa. También hay que entender que antes de tener sexo con ellas, aún estamos en fase de “prueba”, es decir, que ellas realizan pequeños test poniéndonoslo difícil, para ver cómo reaccionamos.
Lo ideal en estos casos es no volver a contactarla ese mismo día, pero tampoco descartarla por completo.¿Cómo se materializa esto en la práctica? Mostrando un poco de “hielo” o distancia, y pasado cierto tiempo, volver a intentarlo. Con la regla de que nunca se puede intentar algo más de 2 veces (3 si la chica nos parece absolutamente excepcional y si fue ENCANTADORA en las etapas anteriores). Tened en cuenta que son interacciones que “damos por perdidas”, no tenemos nada que perder.
Veamos algunos ejemplos:
  • Sugerimos de palabra la idea de ir a cenar un sábado por la noche. El viernes llamamos a la chica para concretar/confirmar y no nos lo coge ni nos devuelve la llamada. En este caso, dejamos pasar una semana sin dar NINGUNA señal de vida, y volvemos a llamarla. Si no coge, dejamos pasar un mínimo de 2 o 3 semanas…y la contactamos por Facebook, preguntándole qué tal le va todo, de forma muchísimo más informal. Ella contesta y volvemos a escalar en la interacción.
  • Conocemos a una chica por la noche y nos damos los teléfonos, apalabramos la idea de ir juntos a patinar un día juntos y ella parece muy receptiva. La llamamos pasados unos días, para concretar la cita, y ella SI responde al teléfono, pero nos dice que está muy liada y que esa semana no puede, nosotros decimos que genial, que ningún problema y que nos mande un mensaje cuando sepa qué días va a tener libres. Ella no manda ningún mensaje. Nosotros dejamos pasar dos semanas (una para que nos mande el mensaje que finalmente no manda y otra para crear “hielo”) y pasado ese tiempo volvemos a llamar. Ella coge el teléfono y nos dice que siente haber estado desaparecida y que finalmente sí puede quedar. Concretamos la cita y acude.
En mi propia experiencia, este tipo de casos en los que la chica no nos rechaza, pero tampoco nos lo pone fácil son, como mínimo, la MITAD de las interacciones. Es decir, que es MUY normal que esto ocurra. Primero, porque las chicas tienen vidas reales, ocupadas y llenas de cosas que las hacen inaccesibles, al igual que nos pasa a los hombres también. Segundo, porque culturalmente ellas crecen pensando que pueden ser más informales que los hombres y se preocupan menos de contestar, responder, etc. Y tercero, porque, a veces, las chicas querrán ponernos a prueba y ver cómo manejamos el estrés ante una situación difícil.
Así que, una vez más, aquí la PACIENCIA y el autocontrol es CLAVE. Ella nos está poniendo a prueba y necesita saber que somos capaces de persistir sin mostrar necesidad y sin perder el control, ni dejar de ser selectivos.
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Una forma original de hacerse famoso

Hoy os traigo un vídeo divertido y curioso que tiene más de 30 millones de visitas y que nos muestra, una vez más, que NO está todo inventado y que siempre podemos encontrar formas de dar la vuelta al mundo, de la forma más insospechada. Espero que os guste!