por mintineo12+ | Ago 5, 2011 | Todo
Hoy os traigo un vídeo muy interesante sobre la adquisición o pérdida de hábitos. Según estudios recientes, si acostumbramos al cerebro humano a hacer o dejar de hacer algo durante 30 días…se adquiere como hábito. Muy interesante. Espero que os guste.
P.D. Para ver los subtítulos en castellano hay que dar a play y luego presionar en la pestaña de abajo del vídeo.
por mintineo12+ | Ago 3, 2011 | Todo
Por alguna extraña razón, en occidente nos educan con la idea de que tenemos que sacar a relucir las cosas “malas” o “equivocadas” de los demás, en vez de las cosas buenas. Cuando hacemos siempre las cosas bien en el colegio…y de repente un día fallamos…nos recalcan el día que lo hacemos mal. Pero por desgracia no nos premian el día a día de hacerlo bien.
Crecemos con la idea de que alguien honesto tiene la obligación de decir a los demás las cosas que hacen mal. Esto es totalmente absurdo, inútil y de lo más maleducado. Alguien educado jamás se centra en sacar a relucir las cosas malas. Al contrario. Como decían en la película Bambi: “Si no has de agradar, mejor callar”.
Si esto es importante para la buena educación…aún más importante es para caer bien a alguien. Jamás conseguiremos hacer sentir a gusto a alguien si nos dedicamos a sacar a relucir sus defectos. No hay NINGUNA necesidad de sacar a relucir un defecto ajeno, a no ser que la otra persona nos pregunte DIRECTAMENTE para pedirnos consejo.
Dar nuestra opinión negativa de algo que NO nos han preguntado es una falta de inteligencia social y educación tremenda. Nadie realmente educado haría eso jamás. Las opiniones negativas sobre los demás sólo están justificadas en los siguientes casos:
- Cuando la otra persona nos pregunte directamente. Entonces sí que deberemos ser sinceros.
- Cuando tenemos muchísima confianza con la otra persona y es algo que REALMENTE puede ayudar radicalmente a la otra persona. Y en estos casos, el comentario ha de hacerse con MUCHO cuidado…sin pasarse de listo, sugiriéndolo como idea…y de forma indirecta.
- Cuando su comportamiento nos está afectando y molestando directamente. En estos casos hay que hacerlo con mucho tacto y sin hacer sentir culpable a la otra persona. Asumiendo siempre que lo está haciendo sin darse cuenta. Y, siempre, siempre, siempre, pidiéndolo “por favor”.
Pero, por norma general, jamás debemos sacar a relucir las cosas malas de la gente que nos rodea. Primero, porque es mucho más constructivo reforzar lo bueno, que condenar lo malo. Segundo, porque la gente tiene ya bastante con sus problemas, como para que vengamos de “sabelotodos” a dar lecciones a los demás. Nosotros también tenemos defectos, no hay que olvidarlo. Tercero porque a NADIE le gusta que le digan sus defectos. Y cuarto, porque NADIE nos ha preguntado.
Con que nosotros sepamos el defecto de la otra persona, es suficiente. ¿Qué necesidad tenemos de decirlo en alto?
Por el contrario, lo que SI debemos hacer CONSTANTEMENTE es premiar TODO lo bueno que tenga la otra persona. Cuando alguien hace algo bien, nuestra obligación es decirlo. Hemos de ser generosos con las cosas buenas. Tampoco estoy diciendo que nos emocionemos con todo lo que la otra persona hace. El secreto es la cantidad de premio, no el premio en sí.
Es decir, que siempre tenemos que premiar, pero no siempre tenemos que premiar con la misma efusividad/intensidad. A veces tendremos que, simplemente, decir “vaya, eso que comentas es interesante” y otras veces deberemos decir “eso tiene muchísimo mérito y demuestra que eres una persona excepcional”.
Digamos que si el negro es no decir nada bueno, y el blanco es premiar con el máximo de efusividad, tenemos que ser maestros en dominar los grises. Siendo capaces de determinar en cada momento qué tipo de premio se merece la actitud de la otra persona y premiando con mucha frecuencia. Esto es un ARTE. Si nos pasamos de intensidad en los premios, estamos demostrando que somos poco selectivos, zalameros y cuentistas. Pero si no premiamos nunca, estamos demostrando que no tenemos educación, ni inteligencia social, ni buen liderazgo.
¿Se puede ser zalamero y halagüeño y aún así tener éxito? Claro. ¿Se puede no premiar nunca y gustar a chicas con frecuencia? También. ¿Es recomendable? No. ¿Es óptimo y eficiente? No. No hay nada más poderoso que una persona con actitud positiva que es capaz de premiar constantemente con sutileza e inteligencia a una persona que se está abriendo a nosotros. Y es un arma poderosísima para crear una conexión duradera y sincera con la otra persona.
por mintineo12+ | Jul 29, 2011 | Todo
Hoy os traigo un intersante vídeo sobre tribus. Imagino que para la mayoría de los lectores del blog, el ejemplo de este vídeo es una tribu un tanto radical y que nos es un poco ajena…pero no deja de ser muy interesante. El vídeo muestra la historia de dos “heavys” anti-sistema de la capital española que tienen una forma de vida muy diferente a la del resto, pero con bastante congruencia y puntos interesantes. Aunque no podamos sentirnos identificados con ellos directamente…sí que es bueno conocer estos casos para darnos cuenta de que sólo nosotros mismos podemos saber lo que es congruente dentro de nuestra vida y lo que nos hace felices. Nadie más puede saber cuál nuestro camino.
P.D. Gracias a Holmes por pasarme el vídeo.
por mintineo12+ | Jul 27, 2011 | Todo
En el primer artículo de esta sección hablé de la importancia de centrar nuestra conversación en hablar de la otra persona en vez de hablar de nosotros. Pero no sólo es importante hablar de la otra persona, porque eso es muy vago.
Dentro del concepto de hablar de la otra persona es importante centrarnos en las áreas de su vida que a esa persona le interesen. Todos tenemos áreas de nuestra vida que nos apasionan, otras que nos aburren y otras que nos tienen un poco acomplejados o traumatizados.
Cuando hablamos con una persona de nuevas…aún no conocemos su mundo. No sabemos qué le parece apasionante de sí mism@, ni qué áreas considera aburridas o traumáticas. Es por ello que tenemos que “fluir” y dejarnos guiar por sus comentarios, dejando que, aunque nosotros seamos los que estemos preguntando…en el fondo sea la otra persona la que esté dirigiendo toda la conversación. Y no os preocupéis que esto no es nada complicado. En cuanto la otra persona sienta que realmente la estamos escuchando, ella misma será la que nos saque los temas de conversación qué más nos interese.
Si una persona intenta conseguir que yo hable de mí mismo…no será igual que me pregunte por mi ropa que que me pregunte por mis estudios. A mí personalmente la ropa me puede dar igual y los estudios interesarme muchísimo. O viceversa, me puede encantar la ropa y tener un trauma con los estudios y no querer hablar de ese tema. Por mis comentarios, mi interlocutor debería saber percibir eso para evitar un tema y centrarse en el otro.
La gente por sí misma y de primeras NO va a sacar un tema que considera traumático, ni tampoco un tema que considere aburrido. Si nosotros no aplicamos ningún tipo de filtro a la conversación y si no intentamos “barrer para casa”, la otra persona, por sí sola en seguida irá sacando en la conversación las cosas que le parecen más interesantes.
Un error que cometen muchos hombres es que acaban haciendo comentarios y preguntas de lo que a ellos les interesa…en vez de callarse y/o centrarse en los temas que está sacando la otra persona.
Pero claro, no aplicar ningún filtro, ni barrer para casa…puede ser muy difícil al principio. Sobre todo para una persona que no ha trabajado sus habilidades sociales antes. No se puede pretender que alguien pase de 0 a 100 en una semana. Hay que ir interiorizando estas habilidades poco a poco. Fijándose objetivos intermedios.
La conversación ideal es aquella en la que hablamos de lo que a ella le interese, pero mostrando un interés y curiosidad reales por sus palabras…y, eventualmente, dando nuestra opinión sincera en los puntos en los que vemos que esa opinión puede ser útil…bien porque la ayudemos directamente, o bien porque estemos premiando su inversión.
Yo no digo que siempre haya que hablar de lo que las otras personas quieran. Pero habrá momentos en los que queramos que la otra persona se sienta cómoda, confiada y a gusto a nuestro lado…habrá momentos en los que querremos que la otra persona se sienta especial…y en esos momentos en los que queramos conectar con ella y premiarla…tendremos que utilizar estos recursos para que nos vea como buenos conversadores, personas interesantes y cercanas que sabemos escuchar y que la sabemos hacer sentir a gusto.
por mintineo12+ | Jul 20, 2011 | Todo
Como dije en el artículo anterior…un buen conversador es aquel que sabe centrar la conversación en la otra persona. Y hay algo aún más poderoso que hablar de la otra persona: que la otra persona hable de sí misma.
El arte de conseguir que los demás hablen de sí mismos es una capacidad que depende de muchas cosas que merecen la pena ser aprendidas. En estos artículos veremos varias de ellas.
Hoy empezaremos por un pequeño truco que, seguro que os resulta de bastante utilidad.
Como muchos de vosotros os habréis podido imaginar…algo básico para que la otra persona hable de sí mism@ es ESCUCHAR. Y para escuchar es muy importante CALLARSE. Sí, sé que muchos pensaréis que esto es un obviedad, pero no lo es para nada. Es más, podría decir que uno de los MAYORES errores que cometemos los hombres es NO escuchar. Esto no sólo lo digo yo…si hacéis memoria…es una de las constantes quejas de las mujeres hacia los hombres. Que no las escuchamos. Y suelen tener razón.
Pues bien, para conseguir escuchar…hay dos reglas que seguir en una conversación:
- Nunca cortar NUNCA a nuestro interlocutor cuando esté hablando. No cortéis a las pobres chicas a mitad de conversación. Lo que importa no es que vosotros seáis brillantes en vuestros comentarios. Es mucho más importante que ella sea vuestra princesa y que os cuente todas sus cosas y se abra a vosotros intentando gustaros. Así que JAMÁS cortéis a una chica cuando esté hablando, a no ser que sea cuestión de vida o muerte. Y si lo hacéis…siempre pedid disculpas y decidle que continúe con lo que estaba contándoos.
- Cuando ella se calle, hablad. Después de hablar, preguntad. Y después de preguntar, CALLAD de nuevo. Dejad SILENCIOS. Muchas personas son tímidas e introvertidas y no van a hablar si no les dejamos “margen”. Al principio contestará con monosílabos y se irá soltando, poco a poco. Es muy importante que esa persona note que tiene espacios de silencios para rellenar con sus ideas y palabras.
Esto no es una ciencia exacta. Es más bien un arte. Si dejamos demasiado espacio en silencio y la otra persona no dice nada, eso será raro y puede ser violento. Pero si no dejamos espacio, la otra persona no se animará a explayarse. Es un equilibrio.
Hay que permanecer en silencio durante un par de segundos, siempre que la otra persona termine de hablar. Para que ella sienta que estamos escuchando y que esperamos de ella que realmente nos cuente sus cosas. Si vemos que contesta con monosílabos también es un buen recurso mirarla en silencio con cara de “estoy esperando a que sigas” y que ella note que tiene que invertir más y que la estamos escuchando.
Pero lo que jamás debemos hacer es estar ansiosos por evitar los silencios. No debemos contestar rapidísimo cuando ella termina de hablar. Dejemos espacios en blanco para que ella participe. Y cuando ella hable, por supuesto, escuchémosla.
por mintineo12+ | Jul 18, 2011 | Todo
Hoy voy a hablar de un concepto que explico en mi primer libro y del que estoy particularmente orgulloso, que me parece importantísimo que se entienda para los artículos que tengo pensado escribir las próximas semanas. Me estoy refiriendo al“Tercermundismo Sexual”.
Imaginemos que Manolito es un chico de 21 años que vive en el tercer mundo… Manolito no tiene dinero para comer y se ha pasado la vida entera sin tener comida que llevarse a la boca. Día a día tiene que luchar por conseguir un mendrugo de pan… y su mente no hace otra cosa que pensar en comida.
Pues bien, si, de repente, a Manolilto le toca la lotería, se muda al primer mundo y consigue un trabajo donde le pagan 60 000 euros al mes. ¿Qué ocurrirá? Lo primero que hará es comprarse una casa con una despensa enorme y comprar toda la comida que pueda de provisiones por si “acaso” ocurre algo.
Cuando Manolito fuera a comer, no sería capaz de discernir lo que le gusta realmente o lo que no, porque estaría TOTALMENTE obsesionado con el dinero. Y, o bien, intentaría comprar lo más barato…o bien, despilfarraría yendo a los sitios más caros para obtener “ LO MEJOR” de lo mejor, sin mirar el precio.
Pues bien…los hombres que han sido “fruscos” y que han tenido un pasado con pocas y frustradas experiencias con las mujeres se enfrentan a esta MISMA actitud. Cuando entran en el mundo de la seducción se vuelven locos…al igual que Manolito.
Se obsesionan mirando a las mujeres por su físico medido en términos estándares y no por lo que a ellos realmente les gusta. Si seguimos la metáfora de la comida, el atractivo físico en términos sociales (lo que la sociedad dicta) sería como el dinero y el “sabor” de la comida sería lo que esa persona te gusta realmente. Una mujer puede no ser especialmente atractiva en términos estándares y gustarte muchísimo más que otra que sí lo es, porque su personalidad te encanta. Eso puede ocurrir. Tampoco esto quiere decir que no pueda haber una mujer convencionalmente atractiva que te guste, simplemente es un tema de que no sea lo ÚNICO que te importe.
A esto yo le llamo Tercermundismo Sexual. Es decir, el tercermundismo sexual es cualquier actitud que te haga comportarte como Manolito en el primer mundo: mirar constantemente a todas las mujeres que pasan; dejarte deslumbrar por las mujeres muy atractivas; prestar OBSESIVO interés en el atractivo físico de una mujer; querer estar con muchísimas mujeres sin disfrutar el proceso; verlas como trofeos…
Por el contrario, una persona del primer mundo de buena familia, que siempre ha tenido la comida que ha querido en la mesa….no se centrará en lo que la comida vale, sino en que la comida le guste REALMENTE. E incluso, muchas veces, preferirá comer de forma frugal y sana, tomando una ensalada.
Del mismo modo, los naturales que realmente han tenido siempre mucho éxito con las mujeres no se fijan única y exclusivamente en el físico “estándar”, “estereotipado” y típico que la sociedad impone (el equivalente al precio de la comida). Sino que muchas veces están con mujeres con bellezas atípicas pero que les dan mucho “morbo”…con mujeres interesantes que les gustan porque les aportan emociones nuevas…o mujeres no tan atractivas pero que les dan una vida de MUCHA calidad y que les hacen muy felices (comida sana).
Tenemos que entender que si hemos sido “fruscos” en nuestro pasado, nuestro cerebro nos va a hacer pensar en términos de cantidad y no de calidad. Nuestro cerebro va a intentar bombardearnos una y otra vez con mensajes de necesidad que intentarán que estemos TODO el día pensando en ligar. Igual que Manolito está todo el día pensando en comer. Pero eso no es vida. Y a ninguna mujer con opciones le vamos a gustar si actuamos de esta forma.
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