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La relación entre el mundo interior y el éxito exterior

El trabajo en nuestra personalidad (nuestro mundo interior) debería, siempre, dar resultados en el exterior. No es sano descompensar nuestra vida centrándonos únicamente en nuestra parte externa, así como tampoco lo es hacerlo en la interna.
El ser humano debe tener un equilibrio entre ambos mundos. Y tanto lo interno como lo externo, deberían potenciar al “otro”. Un correcto trabajo de crecimiento personal hace que ambos se trabajen y que ambos se potencien.
No comparto, para nada, la visión que tienen algunos terapeutas y gurús del crecimiento personal, que dicen que si tú estás bien interiormente da igual cómo seas físicamente y cómo sean tus relaciones con la gente que te rodea.
Si estás bien interiormente ¿da igual pesar 200 kg., ser antisocial, estar lleno de miedos y no ser capaz de gustar a ninguna mujer? Yo no lo creo. Es más, considero que, afortunadamente (y menos mal) el cerebro humano no está pensado para ser feliz si todo lo exterior te va mal. ¿Por qué? Por una razón muy sencilla: tu supervivencia peligra.
Así que, podríamos decir que la mente humana, para ser feliz, necesita tener ambas dimensiones equilibradas. Apoyo tan poco el método de seducción basado únicamente en resultados; como el de crecimiento personal que no da importancia a la salud, la delgadez, la apariencia y unas buenas habilidades sociales como herramientas básicas para tener relaciones sanas con la gente que nos rodea.
Como digo, debe haber un equilibrio.
Sí que es cierto que la forma que yo considero correcta de trabajar es de dentro-afuera. Es decir, partir de lo que uno es, y de un bienestar interior, para conseguir cosas en el exterior.
Pero si el supuesto “bienestar” interior no hace que tengamos éxito en lo exterior, es que algo estamos haciendo mal. Al igual que una planta… si está sana, la planta crece, está viva, preciosa, radiante y da flores y frutos. El ser humano no es, ni debería ser distinto.
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Cómo convertirte en un “natural”

A raíz de un comentario de un lector a uno de mis últimos artículos he recordado la importancia de un concepto que apenas se utiliza en el mundo de la seducción, pero que me parece básico: la competencia inconsciente. La competencia inconsciente es el máximo nivel de dominio de habilidades, y se consigue cuando tenemos tan interiorizado y adquirido un conocimiento o habilidad que somos capaces de ejecutarlo y utilizarlo sin darnos cuenta, de forma intuitiva y espontánea.
Muchos piensan que los naturales son gente con dones, vidas únicas o incluso místicos… que han sido bendecidos con suerte o éxito: nada más lejos de la realidad. Los naturales son gente como tú y yo, que simplemente tienen esta llamada competencia inconsciente a la hora de relacionarse con chicas. Ni más ni menos. Explicaré esto con detalle para que lo entiendas mejor.
Cuando aprendemos algo, sea lo que sea, nuestra mente pasa por un proceso que se resume en cuatro fases:
1- Incompetencia Inconsciente. Ni tenemos la habilidad ni sabemos qué necesitamos para adquirirla. Partimos de una ignorancia total en esa área y necesitamos empezar desde cero, adquiriendo un poco de teoría para ver en qué fallamos, qué necesitamos mejorar y qué tenemos que aprender para conseguirlo. Si, por ejemplo, se nos da mal crear tensión sexual con una chica y queremos mejorar nuestras habilidades en esta área… tendremos que aceptar la realidad de que esto no se nos da bien y darnos cuenta de que NO sabemos qué hacer ni como mejorar.
2- Incompetencia Consciente. Después de un poco de estudio, llegaremos a varias conclusiones acerca de qué tenemos que aprender, cómo deberíamos empezar a trabajar y el mejor camino a tomar. Habremos hablado con varios amigos, leído algunos libros o visto vídeos sobre el tema… y empezaremos a tener una primera idea de en qué fallamos y qué matices y habilidades deberíamos dominar.
3- Competencia Consciente. Una vez llegados a ese punto tendremos que practicar y hacer ejercicios una y otra vez, hasta que consigamos hacerlo correctamente. Aquí nuestra mente consciente estará atenta de hacerlo bien, y aunque de forma un poco ortopédica, poco a poco empezará a ser capaz de crear tensión sexual correctamente (cuando conscientemente decidamos hacerlo).
4- Competencia Inconsciente. El momento máximo de dominio llegará cuando, de tanto haberlo practicado, nos encontremos un día creando tensión sexual con una chica en la cola del supermercado sin habernos dado ni cuenta de cuándo ni cómo lo hemos hecho. Nuestra mente interiorizó el conocimiento y, simplemente, nos salió de forma natural.
La diferencia entre los naturales y los aprendices de seducción, por norma general es que los segundos no suelen dedicar el tiempo y la paciencia suficiente a practicar para que su nivel de aprendizaje pase del punto 3 al punto 4. Y eso hace que todo lo que hacen les salga de forma ortopédica y forzada.
De hecho, si somos realistas, la inmensa mayoría de los alumnos de “seducción” están entre los puntos 2 y 3.
Si quieres llegar a incorporar algo a tu personalidad de forma natural y basada en tu propio estilo sólo tienes que hacer una cosa: dedicar el tiempo suficiente para que tu mente lo procese como una Competencia Inconsciente. Ve poco a poco, trabaja cada cosa por separado y dale TIEMPO a tu mente para que vaya incorporando el proceso paulatinamente hasta dominarlo.

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Conocimiento adecuado vs. mucho conocimiento

Estudiar suele ser la solución a casi todo en esta vida, pero no se trata de leer cualquier cosa, ni de cualquier manera. Mucha gente reniega de las lecturas por los siguientes motivos:
1- Han leído mucho y se han hecho un lío con tanta información. Ya no saben qué tienen que hacer, ni por dónde empezar.
2- Conocen a alguien que lee mucho (a veces incluso ellos mismos) y no ha avanzado nada porque no se ha decidido a practicar, con lo cual hay una descompensación total entre teoría y práctica (a favor de la primera). A esto se le llama “parálisis por análisis” y es un mal contra el que claramente hay que luchar. Pero no se consigue a base de leer poco, sino de equilibrar ese estudio con la práctica. Ni blanco, ni negro: gris.
3- Asocian el estudio con la figura del “empollón” (nerd) con nulas habilidades sociales.
Pues bien, estos mitos, prejuicios y malas conclusiones acerca de la lectura y el estudio hay que eliminarlos ya y renovar la forma de enfocar el aprendizaje. Ya que, sin estudiar, es IMPOSIBLE mejorar consistente y contundentemente. Pero no se trata de leer/estudiar mucho, sino de elegir bien qué y cómo hacerlo.
Para ello, merece la pena tener en cuenta lo siguiente:
1- No se trata de leer mucho, sino de leer cosas BUENAS. No vale lo mismo leerse veinte libros malísimos que uno buenísimo. En uno buenísimo, seguramente encontrarás la clave de casi todo, mientras que en veinte malos, no harás otra cosa que marear la perdiz y no sacar nada en claro. Para encontrar esos pocos libros que realmente contengan el conocimiento que tú estás buscando: pregunta. Pregunta a tus amigos, pregunta a  los expertos, pregunta en internet (foros, facebook, etc.)… y ojea los libros antes de leerlos para estar seguro de que vas a leer algo que realmente te interesa. 
2- Lee cosas que vayan con tu estilo. Si lees algo que aborde el tema desde un enfoque que no va con tu estilo, tus principios o tu forma de ser… quizá no te motive suficiente para cambiar y mejorar. No pasa nada. Busca más y encuentra algo que te motive más.
3- Estudia por monográficos. No leas todo de golpe. Entra en los temas de uno en uno. Si tú, por ejemplo, quieres mejorar tu relación con las chicas… no vas a poder hacerlo todo de golpe. Tendrás que ir mejorando cada cosa poco a poco. Si ves que fallas en las “aperturas”, pues estudia monográficos de eso. No leas de nada más hasta que eso no lo domines.
4- No hace falta leer libros enteros. Siguiendo con el ejemplo de las aperturas, si quieres mejorar esa área… quizá no encuentres libros completos sobre este tema. Da igual. Puedes leer capítulos sueltos en los que se hablen sobre aperturas en varios libros diferentes. 
5- Combina las lecturas con la práctica. Todo lo que leas y te cuadre, practícalo. Una vez más, si lees un capítulo que da varios consejos sobre la apertura… practícalos, chequéalos y asiéntalos antes de seguir leyendo. No permitas que tu cerebro descompense el aprendizaje hacia la teoría ni la práctica. Tiene que haber un equilibrio.
6- No pases a lo siguiente hasta dominar lo anterior. Si no dominas aún las aperturas, tranquilo. No corras. Dale a tu cerebro el tiempo necesario para que interiorice el conocimiento. No pases de nivel hasta ser un “maestro” del anterior.
Siguiendo estos consejos, te aseguro que tu ritmo de aprendizaje crecerá exponencialmente.
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Reflexiones sobe el éxito. Steve Vai

Hoy os traigo un interesantísimo vídeo de Steve Vai. Como muchos de vosotros ya sabréis, Steve Vai es un guitarrista muy famoso por ser uno de los mayores virtuosos del mundo en su instrumento, la guitarra. Ha grabado infinidad de discos y colaboraciones y, en su género, es, sin duda, el top. Al margen de que su música te guste o no… es indudable que es una persona con un asombroso éxito en lo que hace y que, se ve que le apasiona su profesión.
En este vídeo comparte muchas de sus creencias y pensamientos acerca de la vida y de cómo seguir un camino para ser feliz y lograr tus metas. Creo que merece mucho la pena verlo.
¡Espero que os guste!

P.D. Muchas gracias a Dani Salat por compartirlo

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Rutinas de seducción vs. Juego Interno

Hace algunas semanas, un lector del blog me pidió que hablara sobre las rutinas de seducción y su relación con el Juego Interno. Pues bien, voy a dar mi opinión al respecto.

Una rutina de seducción consiste, básicamente, en memorizar conversaciones interesantes que contar a las chicas para impresionarlas y crear atracción con ellas. Hay rutinas de todo tipo, pero la mayoría son formas encubiertas de fardar para proyectar una personalidad interesante-alfa.

A mí, personalmente, no me gustan las rutinas por varios motivos:
1- Si gustas a una mujer por utilizar una rutina… antes o después ella descubrirá que tu pose era falsa y que no eres como creía. Y eso le hará perder interés en ti.
2- No me parece ético vender una imagen que no eres a una mujer. Estoy bastante en contra de todo lo que tiene que ver con el engaño y la manipulación.
3- Las rutinas no son tan fáciles de hacer. Lleva tiempo memorizar las frases. Y yo me planteo… ¿no será más útil dedicar ese tiempo a trabajar nuestra verdadera personalidad?
4- Imagina que la rutina te falla… ¿no te frustará pensar que si hubieras sido tú mismo hubieras podido tener éxito?
5- El usar rutinas subcomunica a tu mente que tú no tienes cosas suficientemente buenas como para gustar a una mujer por ti mismo. Y eso, a la larga, va minando tu autoestima.
Ahora bien, hay una excepción a la que considero que debemos prestar atención al considerar el tema de las rutinas y es cuando trabajamos alguna habilidad nueva, por primera vez. Si la rutina no se usa para conseguir resultados de una chica, sino para ayudarnos a trabajar una habilidad nueva, que vamos a aprender poco a poco y que estamos afrontando por primera vez, entonces sí me parece un buen recurso. Por ejemplo, si aún no hemos practicado el iniciar conversaciones desde cero, hasta que estemos cómodos haciéndolo, puede ser buena idea utilizar alguna frase para romper el hielo y perder la vergüenza mientras nuestro cerebro se suelta para hacerlo él mismo. E incluso un chiste puede memorizarse en un momento dado y eso no me parece mal. A esto yo no le llamaría “rutinas” porque no son guiones, sino pequeñas frases para romper el hielo ante momentos de tensión.
Y estos recursos recomiendo usarlos sólo bajo las siguientes circustancias:
– No memorizamos mucho texto, sino sólo algunas pequeñas frases guía para romper el hielo o silencios incómodos.
– No lo hacemos para conseguir resultados, ni para gustar a una chica, sino para trabajar nuestras habilidades.
– Tendrán siempre carácter transitorio y su finalidad será, únicamente, ayudarnos a desarrollar nuestras habilidades, y no basaremos jamás nuestra personalidad en ello. Ni intentaremos fardar de algo que no somos.
– Habrán de ser frases que vayan con nosotros, que sean divertidas y que no tengan mucha duración. De modo que, aunque sea algo memorizado, siga siendo parte de nuestra personalidad y no ocupen más que una pequeñísima fracción de tiempo.
En este contexto sí que puede ser bueno memorizar alguna frase guía por si nos quedamos en blanco o por si nos viene grande empezar a desarrollar alguna habilidad desde cero. Pero será siempre con carácter transitorio, jamás permanente.
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Napoleon Hill y el poder del pensamiento

Aunque no estéis muy de acuerdo con la corriente del pensamiento positivo o la ley de la atracción… creo que merece la pena ver este vídeo porque habla de cosas que todos podemos aplicar, y que serán útiles incluso sin creer en el poder de la atracción. Una cosa que me ha gustado mucho siempre de Napoleon Hill es que siempre enfatiza el carácter práctico y activo de la conducta humana. Jamás apoya la gente que “sólo piensa” y constantemente daba trucos y consejos que aplicar en la práctica para cambiar tu vida.

Creo que merece mucho la pena ver este vídeo.

P.D. Muchas gracias Josemi, por compartirlo. Ya te dije que no sabía que hubiera vídeos de Napoleon Hill. ¡Me encantó!

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