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Juego Interno

Juego Interno

El Juego Interno es lo que yo soy como persona. Lo que siento, lo que pienso y lo que quiero en la vida. Es la forma en la que tengo configuradas mis emociones y mis creencias. El Juego Interno de una persona se configura a través de:
  1. Las creencias y conocimiento que tenemos en la vida.
  2. La forma en la que procesamos y sentimos las cosas.
  3. Los pensamientos que tenemos día a día.

Creencias, emociones y pensamientos. Estas tres cosas están íntimamente ligadas y relacionadas entre sí. Nuestro Juego Externo, por el contrario, NO es lo que sentimos o pensamos internamente, sino lo que HACEMOS externamente y que la gente ve.
Si yo, por ejemplo, me siento triste ante el rechazo de una chica… mi sensación interna de tristeza sería parte de mi Juego Interno, mientras que el hecho de “llorar”, sería mi Juego Externo. Mucha gente intenta reprimir las lágrimas “externas”, pero mucho más importante sería entender por qué estamos tristes y mejorar nuestras creencias, nuestra inteligencia emocional y nuestro conocimiento del mundo femenino para conseguir ser más fuertes, estables y positivos de forma natural.

Juego Interno y Juego Externo

El Juego Interno, cuando es poderoso y sano debe notarse, expresarse y proyectarse EXTERNAMENTE. De la misma forma que una planta sana, crece preciosa y colorida, si estamos bien internamente, eso debería proyectarse en una forma de actuar y comportarnos con alto nivel de excelencia.
El Juego Externo (al igual que el Juego Interno) no debe forzarse. Al igual que en el caso de la planta, si la flor no tiene colores vivos, sería absurdo intentar pintarle los pétalos con pintura para intentar hacerla parecer sana. Tendría muchísimo más sentido averiguar qué falla en la planta para que eso no esté ocurriendo de forma natural. Sanando la planta, la flor crece preciosa sin necesidad de hacer nada más.
Todos y cada uno de nosotros somos hombres con potenciales únicos. Ahondando en nosotros mismos podemos sanar y hacer surgir las partes más poderosas de nuestra personalidad de modo que, al final, nuestro Juego Externo sea excepcional, pero por ser una consecuencia natural de nuestro Juego  Interno, en vez de por ser un artificio externo.
El Juego Externo es importantísimo para chequear que estamos haciendo bien las cosas internamente, pero nunca para fingir algo que no somos.
El ser humano tiene un potencial asombroso para conseguir cualquier cosa, pero siempre trabajando de dentro afuera. Nadie ha conseguido nada excepcional y sostenible intentando fingir algo que no era. No debemos tener miedo a trabajar en nosotros mismos, en nuestra vida y en lo que somos. Y eso producirá cambios externos que nos harán tener éxito.
Por supuesto que muchos cambios no se producen de la noche a la mañana. De hecho, los cambios más importantes en la vida se producen pasado cierto tiempo. Pero si finalmente llegamos a estar bien por dentro, se notará por fuera. Dale al Juego Interno el lugar que le corresponde.
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